En un principio nos interesó la población étnica, por ser una población poco tenida en cuenta (minoría), y en la cual desde la fonoaudiología se necesitan grandes apoyos teniendo en cuenta que el lenguaje depende de la interacción cultural y que es de carácter evolutivo.
La población que se eligió fue la indígena porque nos llamó la atención cómo se da el ingreso a la universidad por medio de un mecanismo de “inclusión” llamado discriminación positiva, la cual tiene un efecto contraproducente dentro de la comunidad estudiantil, ya que el ingreso de los indígenas no es por ampliación de cupos, si no por que quitan cupos a estudiantes regulares, lo cual lleva a que se produzca desde la institución una gran discriminación y la diferencia marcada.Por otra parte los indígenas (Nasa y Misak) han sido víctimas de la modernización dejando a un lado su tradición oral, pasando no solo a vislumbrar la necesidad del bilingüismo, si no la necesidad de adquirir la lengua escrita, lo cual ha llevado a una crisis cultural dentro de la comunidad indígena y a una confusión no solo de los infantes dentro de su educación, sino también de la incertidumbre y dificultades de aprendizaje que adquieren los estudiantes que ingresan a la educación superior, en la UNIVERSIDAD DEL VALLE, desde que a su vocabulario ingresan los tecnicismos y los extranjerismos.
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